lunes, 30 de junio de 2014

El ejemplo Ucraniano


Ucrania es escenario de protestas desde el 21 noviembre del 2013, después de que el presidente Viktor Yanukovich rechazó un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) para optar por vínculos más estrechos con Rusia, que le concedió un crédito de US$15 mil millones y una reducción del 30% en el precio del gas.
Ante las crecientes manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el 16 de enero último una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles. Tres días después se registraron en la capital violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios, los que causaron varios muertos, seis, según la oposición; tres, de acuerdo con la versión oficial , y centenares de heridos.
Desde que empezó el conflicto, Yanukovich hizo varias concesiones a la oposición, como aceptar la dimisión de todo su gobierno y derogar unas leyes de urgencia que restringían la libertad de manifestarse. La crisis actual es la más importante que afronta ese país desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991, y según Leonid Kravchuk, el primer presidente tras la independencia, está llevando al país “al borde de una guerra civil”
Ucrania sigue padeciendo una pobreza generalizada de su población, con el salario mensual promedio que ronda el equivalente de US$100. Más del 25% de sus habitantes  es indigente, y un 3% de ellos vive con menos de US$5  al día. Estos son datos dados a conocer por investigaciones sociológicas, los cuales se traducen en que unos 11 millones de personas consumen menos que lo definido por las normas sociales locales. Básicamente, casi uno de cada ocho ciudadanos pertenece a la categoría de extrema pobreza. Los expertos sugieren que esto afecta más a las mujeres que a los hombres, más a las personas de tercera edad que a los jóvenes y a las familias con niños.
En Kiev, los partidos de la oposición siguen convocando manifestaciones en la Plaza de la Independencia, ocupada por los opositores y rodeada de barricadas desde hace dos meses. Los tres líderes opositores Vitali Klitschko, Arseni Yatseniuk y Oleg Tiagnybok han tomado la batuta en pro de diversos cambios que requiere el País, presentando al Parlamento una posible ley de amnistía completa e incondicional para los manifestantes detenidos,exigencia clara de la oposición. De igual modo como prioridad se desea una reforma constitucional para volver a la carta magna del 2004, que redujo los poderes presidenciales en favor del Parlamento y el gobierno.
No obstante, el tiempo apremia. La economía del país y su moneda muestran signos inquietantes. Lo que sí quedó claro en Kiev es que las decenas de miles de manifestantes seguirán en las calles pese al frío y que la dirigencia opositora cree que se avecinan tiempos violentos. Prueba de ello es que los líderes aprovechan la tribuna para pedir que más gente se sume a las unidades de autodefensa, entre tanto en medio de una tregua tensa la voluntad de la ciudadanía sigue empujando al gobierno a resolver la crisis, repitiendo el ejemplo de la otrora revolución naranja que le dieron a ucrania mayores libertades y avances que hoy están resueltos a recuperar, bien diría Mariano José de Larra: “Un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.”
Daniel Merchán M
@Daniel_Merchan en Twitter.