lunes, 10 de noviembre de 2014

Censura, veneno para la democracia

Anteproyecto de Ley de Comunicación Social fue presentado en la Asamblea Nacional

Censura, veneno para la democracia


El texto desconoce el derecho profesional de los periodistas, aquellos capacitados para que la ciudadanía tenga acceso a la información y puedan participar de forma activa en la vida democrática

 Sofía Carmona.-

El anteproyecto de Ley de la Comunicación Social entregado a la Comisión de Medios de Comunicación de la Asamblea Nacional (AN) representa una amenaza, que además de violar la garantía de independencia de los periodistas, compromete a la sociedad democrática.

La propuesta presentada por el director de medios, Gastón Guisandes va en contra de la libertad de prensa, promueve la censura y autocensura que perjudican la pluralidad, diversidad y la calidad informativa. El artículo 15 crea la Comisión de Orden con potestad de liberar de sus responsabilidades, de censurar o expulsar a los comunicadores; el 17 prohíbe la difusión de informaciones acerca de una persona sin que esta sepa que se trata de ella; y el 18 considera inexcusable informar sobre situaciones irrelevantes que “nada tienen que ver o en nada influyen en los hechos que originan la noticia”.

El estudio Censura y Autocensura en periodistas y medios de comunicación que realizó el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS) demostró que la mayor parte de las órdenes directas de restricciones son emitidas por las instituciones estatales. En el Poder Ejecutivo una actuación de 34%, Poder Judicial 17%, Poder Legislativo 14%, Poder Moral 7% y Poder Electoral 6%. Este anteproyecto de ley pretende continuar y reforzar la propagación de la censura de información ya existente.

El acceso a la información de diferentes fuentes, garantiza a la ciudadanía el derecho de conocimientos para participar de forma activa en la vida pública. Los medios permiten esa entrada para que puedan tener sus propias conclusiones, tomar decisiones y exigir responsabilidad a los gobiernos por sus políticas. Al restringir a los periodistas se viola también ese precepto.


La tercera es la vencida

Este no ha sido el único proyecto que se ha consignado ante la Comisión de Medios  de Comunicación de la AN. En el año 2009 fue entregado por parte del Movimiento Periodismo Necesario (MPN) una reforma de la Ley del Ejercicio del Periodismo, con el objetivo de adaptarla a la Constitución de 1999. Solicitan que sean reconocidas las diferentes formas de hacer periodismo comunitario, alternativo y popular, además de la libre agremiación. 

La Ley de Comunicación del Poder Popular, fue aprobada en primera discusión en 2011 y aún está en espera de la segunda. Establece que se regularán las emisoras de radio y se le dará prioridad a los medios comunitarios para promover una comunicación de formación social superior a la de medios privados.

La tercera propuesta por los momentos, es la del anteproyecto de Ley de la Comunicación Social, que a pesar de haber llegado a la AN ignorando los procesos constitucionales, fue recibida. Guisandes no consignó la ley en representación de una organización o un grupo de ciudadanos y obvió el artículo 204 de la Constitución, el cual señala que la iniciativa de las leyes debe provenir del Ejecutivo, la Comisión Delegada y las Comisiones Permanentes, al Tribunal Supremo de Justicia, a los integrantes de la AN en un número no menor de tres, del Poder Ciudadano, Poder Electoral y Consejo Legislativo.

Refuerzos a la censura

A la par de esta proposición, se han establecido otras instancias ejecutivas que violan el derecho al acceso de la información pública. Entre ellas, el Centro Estratégico para la Seguridad y la Protección de la Patria (Cesppa), creado el 7 de octubre de 2013 según Gaceta Oficial Nº40.266; el organismo tiene la potestad de declarar datos reservados, clasificados o de divulgación limitada por parte de su presidente y obliga a la cualquier organismo proveer información cuando crean que sea necesario. También la Brigada Especial contra las Actuaciones de los Grupos Generadores de Violencia (BEGV), que tiene como objetivo establecer, coordinar, analizar y evaluar informaciones pertinentes para controlar y proteger la patria.

La Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia publicó en agosto de 2014 una sentencia que establece impedimentos a la razón de los ciudadanos a estar informados acerca de asuntos públicos: “Si bien toda persona tiene derecho a dirigir peticiones a cualquier organismo público y a recibir respuesta en tiempo oportuno, no obstante el ejercicio de ese derecho no puede ser abusivo de tal manera que entorpezca el normal funcionamiento de la actividad administrativa”. Es decir, cualquier solicitación “obstaculizaría y recargaría además innecesariamente el sistema de administración”.

Reacciones

El texto, de 18 artículos, asegura que la Comunicación Social se origina por formación natural y busca amparar a los ciudadanos que se comuniquen a través de cualquier medio. Afirma la idea de que es contrario a la inteligencia y a la razón que los comunicadores sean subordinados por una colegiación, la cual impone y restringe a aquellos comunicadores que no desean formar parte de ella, por lo tanto, ordena la creación del Colegio Nacional de Periodistas.

La Junta Directiva del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) Seccional Aragua, emitió un comunicado en el cual advirtió que el anteproyecto de Ley de la Comunicación social intenta desconocer las habilidades adquiridas durante la formación académica y descritas en la Ley del Ejercicio del Periodismo, crear una institución paralela al CNP con el sospechoso objetivo de eliminar y controlar la única institución de protección a los profesionales.

Gregoria Díaz, secretaria de mejoramiento profesional del CNP Aragua manifestó que no todas las personas están preparadas académicamente para buscar la información, tratarla y transmitirla, lo cual no significa que los ciudadanos no tengan derecho a la libertad de expresarse.

El proyecto de ley enuncia que la Comunicación Social es espontánea, que la inteligencia y libertad de los seres humanos los impulsa  a comunicar cuanto piensan y sienten; consideración que es ilógica si se le coarta la voluntad a la sociedad de recibir información censurando y limitando a los periodistas, profesionales que sí están capacitados para la búsqueda, la preparación y redacción de noticias, aquellos que sí tienen las herramientas para que practiquen su derecho a opinar de manera pública, de forma plural.

Las alternativas para aminorar la censura que se procura imponer disimuladamente con este intento de legislación, le queda al poder de discernimiento de los venezolanos entre engaño y verdad.