Contrario a la creencia, este
artículo no trata de las fechas de cobro de sueldos y salarios, sino de los
días en que trabajan los efectivos de tránsito. Hace mucho tiempo que vengo
analizando esta situación que vivimos los venezolanos diariamente y me refiero
específicamente a lo que tiene que ver con la dinámica de transito que se da en
diferentes lugares del país y ayer justamente fue uno de esos días…
Normalmente tenemos una anarquía
que se apodera desde tempranas horas de la mañana. Autobuses recogiendo gente
en cualquier parte y además haciendo doble fila ocasionando largas colas, las
paradas son desiertos de basura y destrucción porque los mismos ciudadanos
destruyen estos espacios. Los motorizados haciendo de las suyas como todos los
días, malabares entre los carros (te pasan por la derecha, por la izquierda),
rompen los retrovisores, rayan los carros, se paran sobre el rayado, manejan
por la acera, se comen la flecha, el semáforo, y las eternas groserías que
reciben por imprudentes. Los carros particulares también se unen a esta
anarquía con la excusa perfecta “si ellos pueden, yo también”. Los más triste
de todo esto, es que los que deben dar el ejemplo (policías, militares,
altos funcionarios del gobierno, etc.) son los que más rompen las leyes.
Una de las principales
características de las leyes de un país es que son aplicables para todos por
igual, pero parece que en Venezuela hay unos ciudadanos que son más importantes
que otros, que para algunos si aplican las leyes y para otros no. En este
sentido quiero dejar una anécdota que me ocurrió en la sede de la Gobernación
del Estado Aragua; tenía ya un rato haciendo mi cola para utilizar el ascensor,
estos ascensores tienen capacidad para 14 personas, en ese momento llega el
ascensor y se montan dos personas que no estaban en la cola y tenían
identificación de la gobernación, cuando voy a subirme al ascensor me dicen que
no puedo subir en ese porque iba a subir el jefe, llego una tercera persona y
subieron. Tenía 15 minutos haciendo cola y tres personas se apoderan de un
ascensor por el simple hecho de tener algún cargo dentro de la gobernación. Ese
tipo de superioridad chapistica también se da en las calles los 15 y los
último.
Todos estos funcionarios que
durante 28 días al mes rompen todas las leyes de tránsito (manejan sin
cinturón, se pasan los semáforos en rojo, se comen las flechas, tienen las
unidades en estados deplorables, hablan por teléfono mientras manejan, conducen
motos sin casco, paran el tráfico para darle prioridad a un alto jerarca del
gobierno y pare de contar) estos mismos funcionarios tienen dos días que son
unos corderitos y quieren aplicar la ley al pendejo pero no para cumplir con la
constitución y las leyes, sino que usando la ley pueden conseguir dinero extra
“para los refrescos” o el simple descaro de robarle la quincena a una persona
bajo la amenaza de remolcarle el vehículo.
Entonces el 15 y el ultimo,
amanecen con alcabalas móviles (Muchas de ellas no cumplen con el reglamento)
en cada esquina, pregonando y dando lectura a una ley y un reglamento que
ninguno de ellos respeta. En tal sentido la actuación de estos oficiales
atenta contra el Articulo 21 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que habla de la igualdad de todas las personas ante la ley.
Así que percibo que dentro de la
zona de comodidad en que vivimos hemos aceptado este tipo de situaciones y las
vemos como normales. Hoy quiero alzar mi voz y pedirle a los ciudadanos
venezolanos que es momento de exigir que se haga cumplir la constitución y las
leyes, pero desde el respeto, no podemos permitir que se nos quiera aplicar una
ley que cumplen unos pero otros no.
Recuerda que tu libertad termina
donde comienza la mía.
Luis G. Salcedo R.
Coordinador de Organización Vente Venezuela Aragua
Instagram y Twitter: @LGSALCEDO