El decreto de estado de excepción
en 6 municipios fronterizos en el Estado Táchira, sin duda alguna es un globo de
ensayo para posteriores escenarios que pudiera implementar el gobierno de
Maduro para afrontar, lo que sin duda alguna es, el declive de un proceso que
ha sido catalizador de la degeneración política, económica y humana de
Venezuela. El país sin embargo vive otro estado, uno que no puede ser decretado
con fuerza, valor y rango de ley, ni mucho menos por esas artimañas que
consagra una constitución para justificar la violencia sistemática del Estado a
su población.
Venezuela vive en un estado de
exasperación desde hace mucho, uno muy peligroso por las características históricas
y la grave crisis humanitaria que impera
en un país, del cual muchos esperaban un cambio desde hace mucho tiempo. La
escasez, el alto costo de la vida y la violencia, no son el resultado de una
encuesta con una muestra de mil personas, es una realidad latente en 30
millones de Venezolanos, que distintamente su pensamiento político o
planteamiento ideológico, no aguantan más las mentiras y los circos que el
régimen de Maduro ha establecido y que no resuelven ni dan respuesta al
malestar de los ciudadanos.
No son 60 días y una prorroga,
como el intento fallido de marcar una agenda que nos haga olvidar los problemas
actuales, el tiempo en el cual los venezolanos llevamos soportando los «sacrificios»
de mantener un modelo económico y político que no funciona, ha funcionado o
funcionará en alguna parte del mundo. Ya son varios años difíciles lo que la
familia Venezolana ha sido embestida y golpeada en su dignidad y su temple.
Irritación, frustración, malestar…
Arrechera, es lo que se está acumulando en todos los ciudadanos al hacer una
cola, al no conseguir un producto, al presenciar descuartizaciones, corrupción e impunidad, entre otras de las tantas plagas que se han esparcido por el país y
que muchos no ven salida alguna. Este es el verdadero legado dejado por los
irresponsables, este es el verdadero estado que actualmente vive el país, que
no es un estado de excepción sino un estado de exasperación.
Fernando Marcano
Coordinador Juvenil de Vente Venezuela Aragua
@FSMarcano
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