viernes, 26 de junio de 2015

Esequibo: La receta de Malvinas.

La Argentina de 1982 era muy parecida a la actual Venezuela: Un profundo malestar social y político, una alarmante inflación, una constante represión ciudadana y un gobierno de talante militarista. Sea el «Proceso de Reorganización Nacional» argentino o nuestro tropicalizado «Socialismo del Siglo XXI» la indigencia intelectual se nota a leguas, como es común en estos tipos de regímenes.

Otras dos coincidencias es que en ambas coyunturas existe una disputa territorial (con la misma potencia, una directamente y otra indirectamente, para resaltar) Las Islas Malvinas, por el lado argentino, y el Territorio Esequibo, por parte de Venezuela. También compartimos una sociedad que es muy sensible a este tipo de temas por su alta exposición al patrioterismo, fruto de la «historia heroica» de liberación enseñada desde las escuelas, que más que libertadores y ciudadanos, les ha dejado más tiranos y caudillos a los pueblos de América.

Galtieri, no desaprovechó esa oportunidad de poder unificar el criterio de los argentinos en una acción en común y lograr así la supervivencia de su régimen. Y es así, como en abril de 1982, desempolvó un proyecto de la marina de guerra del año 1981 y se aventuró a tomar Las Malvinas (no discutiremos la soberanía de ambos territorios) confiado en que lograría su objetivo, como suele suceder en este tipo de dictadores que padecen esa rara enfermedad llamada «mesianismo», que los hace creer invencibles, omnímodos y exitosos.

El alto mando militar argentino, notificó al general que no estaban preparados para la guerra, pero Galtieri, confiaba en que todo se resolvería de un modo diplomático, donde se llegaría a una decisión consensuada a favor de Argentina, y que el Reino Unido no ejercería acciones militares, porque eso traería como consecuencias la activación del TIAR. Galtieri se equivocó y fue vencido en Malvinas, lo que trajo como resultado el fin de su gobierno y posterior caída del «Proceso de Reorganización Nacional».

Quizás, soy yo el que me aventuro a afirmar que el escenario está dado para que Nicolas Maduro pueda aventurarse y arriesgar una «Receta» similar a la de Malvinas para lograr su objetivo principal en estos momentos: La supervivencia política. Ya en previos anuncios por parte de miembros de su gabinete y diputados del oficialismo, han mostrados las intenciones de tomar cartas en el asunto, acompañados de esa agresividad propia del salvajismo ideológico y político que los caracteriza.

Me atrevería a afirmar, que uno de los escenarios que mejor pinta al gobierno, sería la de iniciar un «Toma y dame» de cancillerías con Guyana (no descartemos tampoco con Colombia, por la situación militar en la Guajira) para poder justificar una agresión, y trata de unificar criterios de los venezolanos, en un punto muy sensible, como es el territorio Esequibo. Es decir, tendrían su «Dakazo» de este año, que será muy difícil para el gobierno gane o pierda las elecciones.

Puede funcionar de dos maneras, la primera es la de tratar de subir sus números con esta acción, que combinada con otras (como puede ser la expropiación de Empresas Polar para vender alimentos por debajo del precio) pueda darle «Pan y Circo» a una sociedad venezolana acostumbrada y ganada a este tipo de acciones. Otra de las formas es la de decretar el Estado de excepción, declarando una conmoción externa, y suspender las garantías constitucionales, incluidas las elecciones del 6D hasta nuevo aviso.


Sea como sea, los venezolanos tenemos que estar muy atentos a las diferentes maniobras que el gobierno pueda realizar en torno a partidizar, y utilizar a su conveniencia, un tema tan sensible como el de la soberanía del territorio Esequibo. Amanecerá y veremos.

Fernando Marcano
Coordinador Juvenil de Vente Venezuela en Aragua
@FSMarcano

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